Uno de los desafíos actuales del sistema educativo es favorecer procesos de aprendizaje de calidad para todos/as y durante toda la vida. Uno de los desafíos centrales para afrontar este proceso es la construcción y/o renovación de los acuerdos institucionales escolares, como estrategia para socializar posturas, encontrar perspectivas de trabajo compartidas, y validar las prácticas institucionales en el marco de los intereses, las necesidades y las expectativas del contexto social de referencia.
Los acuerdos institucionales escolares tienen por finalidad fortalecer las relaciones entre los actores de la comunidad educativa y facilitar el logro de los fines educativos.
La construcción de esta perspectiva exige un mayor grado de complejidad, considerando la participación de más actores institucionales dentro del marco de sus responsabilidades, conforme las características específicas de las instituciones de cada nivel educativo y modalidad.