Incorporar la perspectiva de género en la escuela y, especialmente, en la enseñanza de las Ciencias Sociales. Para ello profundiza en los modos en que la escuela ha reproducido (y reproduce), a partir de prácticas y discursos, el sistema cisheteronormativo y binario que presenta como naturales, ahistóricas y únicas dos formas de ser, vivir y sentir los cuerpos, los géneros y las sexualidades.